Como ya sabréis, en la Tierra de Biescas existen infinitas opciones para entretenerse, divertirse, conocer y aprender, tanto de la naturaleza como de la historia y arquitectura del lugar. Dado el pronóstico lluvioso que nos espera para esta semana, hemos pensado en ofreceros una lista de 5 ideas para que en este bello lugar todos los días, aún con lluvia, se conviertan en una aventura:

1. La Ruta de las Iglesias del Serrablo es un recorrido mágico que os llevará a viajar en el tiempo, a la edad media precisamente. Pues se trata de un conjunto de Iglesias Románicas de los siglos X y XI con unas estructuras arquitectónicas y artísticas muy peculiares, haciéndolas de esta manera iglesias únicas en el mundo. Este recorrido se puede hacer en coche, parando en cada una de ellas para contemplar su arte más detalladamente, pudiendo también disfrutar del interior de las Iglesias de Olivan y San Juan de Busa. Si vuestra curiosidad aún desea indagar más, podéis tomaros un rato para entrar al Centro de Interpretación de las Iglesias del Serrablo en Lárrede.

2. Visitar La Torraza y La Serreria. Se trata de dos centros de interpretación que se ubican en la propia capital de la Tierra de Biescas, donde podréis aprender de historia y de naturaleza. La Torraza es una casa construida en el siglo XVI que alberga un centro de interpretación sobre ese mismo siglo. Por su parte, la antigua serrería es un edificio en cuyo interior se encuentra un recién inaugurado centro de interpretación sobre los Bosques de la Selva de Lasieso.

3. Recorrer en coche el precioso entorno del Sobremonte. Esta ruta que puede partir desde la localidad pelaire, comienza a través de un pequeño puerto ubicado en la parte izquierda de la Tierra de Biescas. Una zona que conserva el ambiente tradicional y natural pirenaico, compuesta por los pueblos de Aso, Yosa y Betés. En los tres descubriréis una conservada arquitectura popular y la sensación de adentraros en un auténtico entorno rural.

4. Descubrir el Monasterio de San Pelay, cerca de la localidad de Gavín. Se trata de uno de los lugares más desconocidos y bellos de la Tierra de Biescas, un monasterio que data del siglo XI y que fue redescubierto en los años 90. Pasea alrededor de la excavación e intenta imaginar todo lo que pudo ocurrir en ese lugar hace miles de años. ¡Y todo lo que queda por descubrir…! Pues lo que veréis es solamente el 15% de esta construcción. Lo demás queda todavía bajo nuestros pies.

5. Cálzate unas buenas botas de agua, ponte un chubasquero… ¡Y sal a disfrutar como cuando eras un niño! Explorando los senderos boscosos y de poco desnivel que tenemos en la Tierra de Biescas, como por ejemplo, a Santa Elena o al Puente de Oliván. Pisa charcos, mánchate de barro, disfruta del olor a la tierra mojada del Pirineo, del verdor de los prados… ¡Convierte un día de lluvia en toda una aventura!