¿QUÉ SON LOS ZOQUES?
Pero, ¿Qué es un zoque? En la Tierra de Biescas, cuando hablamos de los zoques, nos referimos a pequeñas capillas-oratorio ubicadas en los bordes de los caminos. En la mayoría de los casos, estas capillas no eran utilizadas como puntos culminantes de las romerías o para la celebración de cultos, sino que las mismas estaban vinculadas a algunas ermitas o santuarios cercanos, en cuyo caso, estos zoques se usaban para la recogida de donativos destinados al mantenimiento del templo principal al que estaban adscritos.
Los zoques siempre han sido lugares llenos de espiritualidad y guardianes de deseos, además de un buen cobijo para paseantes. Por lo general, son construcciones de planta cuadrada y pequeñas dimensiones, con uno de los muros abierto al exterior. En el interior, los techos rematados en bóveda de cañón. Y también es habitual encontrar los zoques rematados con dos bancos laterales.
Dentro, encontramos una hornacina que guarda una imagen del santo que le da nombre a la capilla, así como un limosnero para donativos a la iglesia. También suele haber objetos, velas o flores que los feligreses depositan para el santo que la alberga.
ZOQUE DE SANTA ELENA
Junto al puente de Los Canonjes, justo en el desvío de la actual carretera nacional hacia la ermita de Santa Elena, se encuentra el Zoque de Santa Elena; lugar donde se reunían los romeros y cruceros que provenían del Valle de Tena.
La hornacina está protegida por una reja de forja y un cristal. En su interior hay una imagen de Santa Elena de escayola y pintada artesanalmente, de unos 85 centímetros de altura. Actualmente, el cepillo de limosnas está inutilizado. Su estado de conservación es excelente y, al estar situado tan cerca de la carretera, siempre hay flores frescas y velas encendidas, signo inequívoco de la devoción a la santa y la vitalidad del lugar.
ZOQUE DE SANTA ENGRACIA
Al otro lado del puente, tan solo a unos metros del Dolmen de Santa Elena, en la pradera del antiguo poblado medieval de Santa Engracia, se encuentra el zoque del mismo nombre. Aquí se reunían los romeros de la tierra de Biescas de camino a la ermita de Santa Elena, o al menos servía como punto de referencia. Tras la guerra civil, esta pequeña construcción quedó desvalijada y enterrada, y así permaneció hasta que se recuperó gracias al empeño de los vecinos.
La reconstrucción se llevó a cabo en 2007, siguiendo las indicaciones de los numerosos testimonios de las personas que lo vieron en pie, intentando ser lo más fieles posibles al original. Para ello, se talló en altorrelieve una imagen de la santa titular, inspirada en una de Olorón, y se ha recuperado el limosnero original. Gracias a la Asociación Cultural Erata, esta maravilla sigue en pie, recordándonos nuestra historia.
ZOQUE DE SAN ANTONIO
Lo encontramos en el casco urbano de Biescas en el barrio de San Pedro, al comienzo del antiguo camino de Yosa de Sobremonte. Su misión estaba en relación con los viajeros que iban y venían de este valle colateral.
Es el más pequeño de los zoques de la tierra de Biescas y, con diferencia, del resto. Construido con mampostería, solo está revocada en la fachada principal y el suelo es de baldosa, aunque antiguamente era de mosaico. La hornacina está protegida por un marco de madera y un cristal. Además, hay instalación eléctrica.
Contiene una imagen de San Antonio de Padua en escayola de unos 45 centímetros de altura. Durante las fiestas patronales de 2007 fue profanado por vándalos. Se pudo salvar la imagen del santo y se protegió con una reja de forja. El cepillo limosnero quedó condenado y así continúa hasta día de hoy.
ZOQUE DE SAN CRISTÓBAL
Situado en el camino viejo de Orós, a unos 1.600 metros de Biescas, la misión del Zoque de San Cristóbal está en relación con los viajeros que transitaban por este camino. Sabemos que hasta hace seis u ocho décadas había permanentemente una lámpara ardiendo que, además de para honrar al santo, servía para orientar a los viandantes, sobre todo, durante las noches de invierno. La hornacina alberga una imagen de San Cristóbal de escayola de unos 40 centímetros de altura.
Junto a ella, se colocó un marco con una oración. Se cerró la hornacina con un vidrio y se protegió con una reja de forja. El cepillo limosnero está reventado. A raíz de la reparación de los zoques de San Antonio y Santa Engracia, a principios de 2008 se decidió intervenir también el zoque de san Cristóbal, mejorando su aspecto notablemente.
Cuantas historias y cuanta vida han pasado por estos lugares tan especialmente señalados… Esperamos que os haya gustado este pequeño recuerdo a los zoques de Biescas y también haberos acercado un poquito más a nuestro territorio en estos días de tanto distanciamiento.
¡Os esperamos para seguir conociendo juntos #NuestroTerritorio, la Tierra de Biescas!